Un pequeño cambio, otros resultados


Cuando volvía a mi casa por la tarde, me vino a la mente una ocurrencia frente a la que tuve que hacer verdaderos esfuerzos para no reírme sonoramente por la calle, a pesar de ir andando solo. Algo que hubiera sido tomado por los viandantes como un claro signo de demencia.
Se me ocurrió imaginar la escena del comienzo de Desayuno con diamantes con un pequeño cambio: Donald Trump en vez de Audrey Hepurn.
No estoy diciendo que Donald hiciera una parodia de ella, no. Me imaginé a Trump vestido como siempre va, con americana y pantalones, normal. Sale del taxi y se acerca tranquilamente a ver el escaparate. Y va sacando de su bolsa de papel una galleta y el café. Y se lo toma mientras mira esas joyas.
Insisto, no hay que imaginarse la escena como una parodia, como algo burlesco, sino con Trump siendo Trump con toda naturalidad. Comprenderéis que la ocurrencia (bastante inocente) era para partirse de risa. A mí, desde luego, me hizo muchísima gracia.
En fin, aquí, de nuevo, esta escena, pero con la actriz original.

Publicar un comentario

[blogger][facebook]

Agencia Catolica

Forma de Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets